29 junio, 2006

Esquema base de la Frater y retiros



El retiro


Previamente prepararemos la mesa del ordenador como capilla virtual, haciendo de nuestra mesa un pequeño santuario, que puede ser tan sencillo como un Crucifijo o un icono , al que haremos nuestra pequeña ofrenda: un cirio encendido, flores o incienso. Lo más importante es hacerlo con cariño.
  • Comenzar con la Liturgia de las Horas que corresponda en ese día y en esa hora, recitada guardando momentos de silencio entre cada salmo. Las preces, con una respuesta de aclamación o de silencio, en la que presentemos al Señor la intercesión presentada, y finalicemos con unos minutos de total silencio de adoración y una invocación al Espíritu Santo para comenzar la parte siguiente.
  • Un tiempo de oración en silencio. No se trata de solo callar, sino de entrar en el silencio de adoración, sin trabajo consciente de la mente o los sentidos. Es oración contemplativa, a la que no debemos "temer" como perteneciente a un grupo de elegidos o especialistas. La unión con Dios es una llamada a todos los cristianos.
  • Entrar en las conferencias sobre el tema escogido para el retiro. Intentar no interrumpir al estilo"chateo", sino escuchar atentamente la reflexión, aunque en algún momento haya diálogo. Todos podemos decir lo que creamos conveniente, interrumpiendo al mínimo, para que resulte más fácil. Se trata de encontrar el sentido que hemos percibido en los textos y de su aplicación en nuestra vida cotidiana. Nuestro Maestro espiritual es Dios, con la Palabra de Cristo y la Sabiduría de su Espíritu Santo, que nos enseñan a través de la Sda. Escritura, de la doctrina de los Padres y santos doctores de la Iglesia, y también a través de las personas y los acontecimientos cotidianos.
  • Compartir y dialogar, en plena libertad, teniendo como base las charlas de cada miembro, sobre el tema del dia. No es "obligado" decir cosas. Simplemente podemos compartir cuanto deseamos, sin complejos, en una apertura mutua del corazón, o preguntar sobre lo que deseeemos una mayor explanación. Es el momento adecuado para una pequeña revisión de nuestra experiencia cotidiana, desde el último retiro, reflejada en nuestras actividades y relaciones propias a cada uno, en su familia, amistades, trabajo, Iglesia, deberes adquiridos... según el esquema de más abajo.
  • Un tiempo de oración en silencio, nuevamente, para acoger de nuevo interiormente todo cuanto hemos compartido.
  • Proposiciones: podemos presentar nuestras proposiciones generales, si las hay, y concretar el tema, y el dia y hora para el retiro siguiente. Podemos señalar ya algunos de los textos-fuente, aunque cada uno puede buscar libremente los que crea oportunos.
  • Acabamos el retiro con la Liturgia de las Horas adecuada a la hora en que nos hallemos.

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Nota sobre el trabajo de los textos para los retiros:

Cada uno busca los textos que crea mejor y los trabaja haciendo su análisis y reflexión personal como aporte a la meditación sobre el tema del día. Este comentario o texto de meditación que escribamos cada uno de nosotros, normalmente, lo podemos realizar y enviárnoslo previamente al dia del retiro.

Engeneral podemos buscar los textos base enla Biblia, los Padres o algún autor que creamos que lo merece. No hemos de sentirnos limitados: debemos movernos y sentirnos con la plena libertad de los hijos de Dios.

El conocer previamente las mutuas colaboraciones nos ayudará a no repetirnos y a prepararnos mejor para el diálogo y meditación del retiro, como también a presentar posteriormente los interrogantes que nos susciten... de esta manera aprovecharemos mejor el tiempo limitado de que disponemos el día del retiro.


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Nuestra vida cotidiana

Creo que debemos intentar cuidar los siguientes aspectos:

  • Frecuentación de los Sacramentos, esenciamente la participación enla Eucaristía, el centro de nuestra vida cristiana. Jesús desea que nos unamos a Él que se nos dona como alimento, por el Pan y por la Palabra. Estas dos formas de "alimento" en que se nos entrega Cristo son inseparables. Además de vivir y realizar (hacer real) la gracia del resto de los sacramentos y compromisos propios de nuestro estado de vida.
  • Un ratito de Oración silenciosa diaria: Bien entendido que no siempre va a ser posible por las condiciones familiares, aunque siempre podamos dedicar algun momento, en último recurso, antes del descanso nocturno. Lo ideal es combinar la oración silenciosa con la Lectio divina.
  • La Lectio divina o lectura espiritual: se dice esencialmente de la lectura de la Sda. Escritura, aunque puede ser complementada con su interpretación por los Padres y Santos doctores de la Iglesia. No se trata simplemente de una lectura a la manera de cualquier otra; sino que es como alimento. Se lee con el intelecto, pero también con el corazón. Se rumia, se asimila, se hace vida. es por esto que la Lectio divina se hace inseparable de la Oración.
  • Es muy posible que con frecuencia haya problemas de tiempo, y no siempre será posible realizarla como sería de desear. Pero incluso en este caso, justo antes de dormir, podemos tener a mano un Nuevo Testamento para leer tan solo unos versículos para guardar en nuestro corazón durante el sueño nocturno.
  • Se trata de guardar el recuerdo de Dios en nuestro corazón, de tal manera que, de cuando en cuando, en las pequeñas fisuras de nuestras actividades cotidianas, dedicamos unos instantes a proyectar nuestro corazón hacia Dios en un intenso y consciente deseo, que tanto puede ser un puro silencio de amor como una corta invocación. Así nacieron las jaculatorias, flechas ardientes de amor que nos mantienen el corazón puesto en Dios.
  • Cuidar especialmente los momentos primeros y últimos del día: que el corazón esté intensamente abierto hacia Dios.

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Que el Señor nos bendiga y nos guarde en su paz y en su Amor infinitos.

2006/06/16



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